Aproximadamente un 1% de la población sufre de celiaquía, una enfermedad que provoca que el organismo no tolere el gluten: la glicoproteína que se encuentra en los cereales como el centeno, la avena, el trigo y la cebada.
Si una persona celiaca ingiere algún alimento que contiene gluten, se manifiesta una inflamación de la mucosa del intestino delgado que acaba dificultando que se absorban otros nutrientes. Esto provoca problemas gastrointestinales tales como: náuseas, vómitos, diarrea e incluso, disminución del crecimiento.
Las claves de un diagnóstico precoz
A este 1% de la población diagnosticada como celiaca, se le suma un porcentaje que suele ser bastante elevado, de personas que desconocen su condición de celiacos. Esta situación de desconocimiento, puede llegar a provocar otras complicaciones más graves de salud debido a la inflamación continuada.
Lo importante de esta enfermedad es concienciar a la población de buscar un diagnóstico precoz, fijándonos en los síntomas y sometiéndonos a las pruebas necesarias. La sintomatología más frecuente en el celiaco, comprende estas señales:
- Problemas del aparato digestivo: náuseas, diarrea o vómitos.
- Cambios de humor bruscos: irritabilidad y/o apatía.
- Fatiga.
- Meteorismo: abultamiento y dolor del vientre a causa de un cúmulo de gases.
En un caso de celiaquía más avanzado, pueden llegar a producirse dolores óseos y musculares más graves (que pueden acabar derivando en osteoporosis o artritis), pérdida de peso y apetito y palidez.
Una alimentación libre de gluten
El tratamiento de la celiaquía pasa por adoptar una dieta completamente libre de gluten. De hecho, hablamos de que es la única solución para poder evitar a inflamación y los síntomas ligados. Además, se trata de un hábito de quede mantenerse durante toda la vida, pues aunque no se manifiesten síntomas por tomar algo de gluten a la larga, las vellosidades del intestino se lesionan igualmente.
Afortunadamente, cada vez es más fácil encontrar en las estanterías de cualquier supermercado convencional, productos libres de gluten. Casi todas las pastas, panes, harinas y frutos secos, tienen su variante ‘gluten free’. Además, ya son muchos los restaurantes que ofrecen en sus cartas, recetas aptas para celiacos.