enfermedad del besoAunque tenga un nombre bastante romántico, esta patología, también conocida en términos médicos como ‘mononucleosis infecciosa’, es de lo más común y es muy probable que la pasemos sin darnos ni cuenta.

Y es que, se trata de una afección que está causada por el virus de Epstein-Barr, una clase de herpes que se contagia generalmente a través de la saliva. La cuestión de esta dolencia, es que sus síntomas pueden presentar diferentes grados, llegando a pasar incluso desapercibida en nuestro organismo.

La sintomatología de la enfermedad del beso

Algunos de los signos que nos alertan de que podríamos estar pasando por una mononucleosis infecciosa, son:

  • Fatiga y cansancio generalizado. Es habitual encontrarse más cansado de lo normal y se recomienda evitar los esfuerzos y reposar en la cama.
  • Dolor de cabeza y fiebre. Estos síntomas son de lo más habituales y los afectados por la enfermedad del beso pueden llegar a tener fiebre frecuente, durante unas tres semanas.
  • Anginas, faringitis y ganglios inflamados. Estos últimos aumentan de tamaño considerablemente hasta acabar produciendo distintas afecciones.
  • Erupciones en la piel. La dermis puede sufrir las consecuencias de la mononucleosis en forma de brotes con pequeños hematomas y/o rojeces.
  • Vómitos y náuseas. Los casos más graves pueden acabar en deshidratación debido a los vómitos que puede llegar a causar la enfermedad del beso.

Formas de contagio

La ‘mononucleosis infecciosa’ suele contagiarse a través de la saliva, por lo que es habitual que se propague al mantener contactos íntimos y prolongados, por eso se la llama enfermedad del beso. También por esto se explica que sea mucho más frecuente en adolescentes de entre 15 y 17 años.

Sin embargo, también puede producirse el contagio a través una tos u estornudo y compartiendo cubiertos, comida o bebidas con el afectado. Compartir el mismo espacio con un enfermo de ‘mononucleosis infecciosa’ es bastante frecuente.

Tampoco existe ningún tratamiento específico, tan solo se recomienda que el enfermo repose y duerma todo lo que necesite, así se rebaja la fiebre y la inflamación en los ganglios. También se debe evitar realizar cualquier esfuerzo innecesario y tomar medicamentos, en caso de que los necesiten, como el paracetamol e ibuprofeno.

Y no dejes de abrazar a aquellos que más quieres por la dichosa mononucleosis, y es que, tal y como contamos en este post, los abrazos y el contacto físico son primordiales para mantener una buena salud.

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