La llamada alergia al sol o también ‘erupción polimórfica lumínica’, se trata de una reacción que padece nuestra piel en el momento en que los rayos solares intensos inciden sobre ella. En realidad, no se trata de una reacción alérgica al uso, sino que más bien coincide en los síntomas y por ello recibe este nombre.
Los signos de que estás sufriendo un ataque de alergia al sol pueden aparecer incluso horas después de haber tomado el sol y engloban síntomas como: urticarias leves, úlceras e incluso lesiones cutáneas de gran tamaño.
Prevención de la alergia al sol
- Huye de las exposiciones prolongadas al sol, especialmente en los días más calurosos.
- Protégete siempre con gafas de sol y sombrero.
- Evita siempre las horas del día en las que el sol brilla más, sobre todo en las primeras semanas de verano.
- Aplícate protección solar contra los rayos UVA y UVB de forma diaria y no te olvides de llevar siempre crema en el bolso.
- Cuando ya hayas tenido la reacción, cubre las zonas afectadas y no te expongas más al sol.
Consejos para paliar la alergia al sol
Si creemos que podríamos estar sufriendo una reacción alérgica al sol, lo aconsejable es que consultemos cuanto antes con nuestro médico de cabecera para asegurarnos de que éste es el problema.
Mientras tanto, aquí tienes unos cuantos remedios que pueden ayudarte a combatir los síntomas de la alergia al sol:
- Con vinagre. Este es uno de los trucos más antiguos que existe y además, uno de los más efectivos. Tan solo necesitas empapar una toallita o un paño en vinagre y aplicarlo sobre la zona que tengas afectada. De esa manera, contribuirás a que la rojez de la piel desaparezca y a que se calme el picor.
- Usa aloe vera. La planta de aloe vera es perfecta para combatir todos aquellos problemas que tengan que ver con la dermis, por lo que servirá muy bien para aliviar los efectos del sol sobre nuestra piel.
- La avena. Si mezclamos una taza de avena con el agua de nuestro baño, notarás un efecto calmante inmediato y de manera muy natural.
¿Tienes alergia al sol? ¿Cómo la tratas tú?
