Cambiar nuestra dieta y habituarnos a comer alimentos más sanos y variados puede convertirse en todo un reto realmente difícil de superar, sobre todo si debemos empezar a seguir unas pautas a rajatabla.
Si estás empezando a pensar en la posibilidad de variar tus hábitos dietéticos por otros mucho más sanos, ¡sigue leyendo!
¿Cómo compramos?
Nuestra alimentación empieza en el supermercado, eligiendo la comida que luego vamos a cocinar y a comer. La apuesta segura suele ser optar por alimentos que frescos y que no sean procesados o al menos, cuanto menos procesados sean mejor. Aquí te dejamos un post en el que hablamos de los alimentos a evitar en cualquier dieta.
Además, no te olvides de ir con el estómago bien lleno a hacer la compra, así evitarás tentaciones innecesarias. Evita los fatídicos pasillos llenos hasta los topes de dulces y embutidos y lleva siempre una lista con todo lo que quieres comprar y cíñete a ella.
Cocina de forma variada
Aprender a cocinar es una ventaja para nosotros, pues tendremos muchas más posibilidades de alternar en nuestra dieta y no aburrirnos de comer siempre lo mismo. Si estamos muy limitados en nuestras artes culinarias, perderemos la oportunidad de probar nuevas texturas y sabores.
Así que, si es necesario, echa mano de un cursillo de cocina y fórmate bien. Tu alimentación y tu salud te lo agradecerán.
Rodéate de un entorno saludable
Si salir con tus amigos significa siempre ir a la hamburguesería de turno, todo se volverá más complicado para ti. Si logras influir en una motivación colectiva en tu familia y amigos, os apoyaréis los unos a los otros y el hacer dieta no será tan complicado.
Elige restaurantes por su carta, no tienen por qué ser caros, pero al invertir en algo como la comida de calidad estarás invirtiendo en salud y en una alimentación buena para tu organismo.
Un poco de fuerza de voluntad será imprescindible, pero los cambios a mejor lo merecen, ¿estás preparado? ¡Mucho ánimo!
El entorno y unos buenos hábitos de vida saludables son mucho mejor que cualquier dieta