Cuando llega el calor, no existe lugar que se libre del aire acondicionado, sobre todo en los centros de trabajo o en las bibliotecas donde se arremolinan los estudiantes para acabar con los exámenes finales.
Pero debemos saber que estudiar o trabajar en un lugar con aire acondicionado contribuye a la deshidratación, pues se pierden líquidos a través de la respiración. Así lo ha informado el Instituto Europeo de Hidratación, con motivo del comienzo del verano y el periodo de estrés de los exámenes.
Mantenerse alerta
Cuando una persona se mantiene adecuadamente hidratada, el cerebro consigue mantenerse alerta y recibiendo sangre oxigenada suficiente. De ahí, la importancia de mantener una buena hidratación mientras se trabaja o estudia.
Una ingesta de líquido continua, ya sea en las comidas, en los descansos y manteniendo una botella de agua justo al lado durante todo el día, previene la situación de deshidratación. Los zumos, los refrescos y los cafés, contribuyen a la hidratación con alrededor de un 85% de contenido de agua.
Si permites que tu cuerpo se autoregule consumiendo líquidos, podrás reducir claramente el cansancio derivado del esfuerzo, la gravedad del dolor de cabeza y la pérdida de concentración.
Algunos contras del aire acondicionado
El uso del aire acondicionado también ha provocado unas cuantas alteraciones en la salud. Pese a tener también ventajas, la calidad del aire dependerá en gran medida de su mantenimiento, sus temperaturas y el uso razonable.
Un abuso del aire acondicionado puede llevar a:
- Provocar sequedad en las mucosas y la piel.
- Rinitis crónica y faringitis.
- Los cambios bruscos de temperatura y humedad conllevan un riesgo de alteración del aparato respiratorio.
- Tener demasiado ruido ambiental.
- Una mala tolerancia a las lentillas y conjuntivitis.
- Afonía e irritación faríngea.
- Alergias respiratorias a hongos y al polvo.
- Contagio de enfermedades infecciosas del aparato respiratorio.