La medicina actual, al contrario que pasaba hace unos años, ha dejado de dar la espalda a la tradicional, y, ahora investigan algunos de los tratamientos que se han aplicado durante años, sin una base científica estable, pero sí con resultados visibles. Y esto es lo que ha pasado con la Apiterapia, que no es otra cosa que utilizar el veneno de las abejas para sanar.
Esta técnica milenaria, de la que ya se tiene presencia en la antigua china, se ponía en práctica para curar cientos de enfermedades de base nerviosa, respiratoria o de la epidermis, contaba con grandes adeptos tanto a la hora de aplicarla como en el momento de recibirla, pero, con los nuevos tratamientos se fue dejando de lado.
Por el relanzamiento de las terapias alternativas, y la gran acogida que tiene por parte de los pacientes, se están investigando y volviendo a aplicar las antiguas técnicas de curación. Y una de ellas, es la acupuntura con abejas, o como se conoce técnicamente, la apiterapia.
Muchos expertos sostienen que en realidad esta técnica es la base de la acupuntura, ya que, es un avance bastante probable, que los médicos orientales, tras probar la efectividad de los aguijones de las abejas, buscarán algún tipo de sustituto que ofreciera una efectividad parecida, y así se podría haber llegado a las actuales agujas de la Acupuntura.
La apiterapia pone de manifiesto que el veneno de las abejas es muy efectivo para mejorar ciertas patologías que afectan a las personas, y, que tras estar expuestas, siempre de una forma controlada, al veneno de estos insectos, tienen notables mejoras.
Como se practica la Apiterapia
Actualmente, en España todavía no hay demasiados apiterapeutas, que son los especialistas a la hora de aplicar estos tratamientos. Estos especialistas utilizan la apitoxina, que comúnmente llamamos veneno de abeja, para estimular la producción de corticoides y subir el porcentaje de dopamina del cuerpo, para así estimular al sistema nervioso, y, paliar el dolor de traumatismos, artritis o esclerosis múltiple.
Para afecciones respiratorias como el asma, también aplican esta terapia, ya que el cuerpo debe generar una serie de sustancias para defenderse del veneno, que ayuda a mejorar los síntomas de la dolencia.
Inconvenientes de la Apiterapia
Aunque esta terapia a simple vista parece realmente efectiva, no se puede aplicar a todo el mundo, ni todos lo pueden llevar a cabo.
Lo primero, es encontrar un centro donde cuenten con una persona que tenga la certificación de estudios necesaria para aplicarla de una forma efectiva sin que la utilización de esta terapia cree efectos secundarios nocivos para el paciente.
Tras esto, y hay que asegurarse que el terapeuta entiende las necesidades del paciente, y aplica la terapia más efectiva en todo momento. Y, además, antes de poner en práctica cualquier práctica con abejas, hace las pruebas necesarias para descubrir si el paciente tiene alergia o una alta sensibilidad al veneno de abeja, ya que, en caso de darse esto, no se les podrá aplicar la apiterapia ni ningún tratamiento similar. Pero, salvo estas excepciones, el resto de pacientes si podrán ser tratados con este peculiar método.