La Stevia, es una planta tropical originaria de Paraguay. Se utiliza como sustituto del azúcar en personas con diabetes u obesidad. Tiene la capacidad de endulzar 30 o 45 veces más que la sacarosa, el principal componente del azúcar y sin efectos secundarios. Su sabor característico proviene de su principio activo el Esteviósido el cual tiene un dulzor más suave que el del azúcar sintético pero una duración más larga en el gusto.
Es una planta fácil de cultivar que no da mucho trabajo, prefiere los suelos o sustratos poco fertilizados con buen drenaje, riegos frecuentes pero sin abusar y largos días de sol para crecer. Aunque su comportamiento varia según la zona donde se cultiva, en España se reduce notoriamente su desarrollo en otoño-invierno, su mayor crecimiento es durante la primavera hasta finales de agosto y su mejor método de reproducción es por esquejes. Al ser una planta plurianual, podemos mantenerla durante unos cuantos años y siempre que queramos realizar esquejes, conservando las mismas propiedades medicinales. Para sacar esquejes deberemos tener en cuenta que sea en la época de crecimiento al llegar la primavera, nunca los haremos cuando esta florezca o no enraizarían.
Son innumerables los usos de la Stevia que beneficia la salud de las personas con desordenes alimenticios, problemas de diabetes, regula el azúcar en la sangre, reduce la presión arterial, regula el aparato digestivo en general, actúa favorablemente en muchas personas con ansiedad, reduce la grasa en personas obesas , es diurética, eliminando kilos de líquidos corporales retenidos, reduce el colesterol y ayuda a quemar los triglicéridos.
La forma de usarla mas efectiva, es comiendo 2 o 4 hojas por la mañana sola o en la comida y otras 2 o 4 en la cena. Cuando no se puede obtener fresca de la planta podemos tomarla seca en infusiones, tomándola por las mañanas y por las noches, se utiliza una cucharilla de café con hoja seca por taza de infusión, se deja reposar unos minutos y se filtra. Para finalizar, si queremos tenemos otra opción, utilizar una proporción de Stevia igual a un litro de agua a temperatura ambiente y macerar, al día siguiente filtrar, tomar la que queramos y conservar el resto en la nevera en un frasco de cristal.