Para muchos se ha convertido en toda una tradición mascar un chicle después de comer, sobre todo si se come fuera de casa y no se tiene un acceso inmediato a un cepillo para lavarnos los dientes. Además, se trata de un hábito que puede llegar a tener unas cuantas consecuencias, algunas realmente beneficiosas, ¿quieres conocerlas?
Los beneficios del chicle
¿Qué pasa en nuestros dientes?
Pues para comenzar, debemos conocer los efectos que va a tener el chicle sobre nuestra dentadura, positivos en su gran mayoría. Y es que, cuando comemos, la boca se llena de ácidos que provocan una proliferación de las bacterias que acaban afectando al esmalte. Éste se puede ver mucho más debilitado y vulnerable a la caries, por lo que si masticamos chicle y aumentamos la segregación de saliva, estaremos diluyendo estos ácidos y reduciendo sensiblemente el riesgo de sufrir ataques bacterianos en la boca.
También tenemos que tener en cuenta que el chicle sin azúcar, suele contener sorbitol y xilitol, estos elementos son azúcares alcoholes que no pueden ser fermentados en nuestra boca, por las bacterias, nunca. De esta manera, se trata de un recurso estupendo para acabar con los deshechos.
¿Mejora nuestra digestión?
La misma segregación de saliva, al mascar chicle, de la que hablábamos hace un momento, será la que nos favorezca nuestra digestión y la que ayude a nuestro estómago a digerir los alimentos que tomamos de la manera más adecuada. Además, contribuirá precisamente a que exista un menor riesgo de acidez y reflujo.
¿Es bueno si estamos a dieta?
Los chicles pueden convertirse en un complemento ideal para ayudar a combatir la ansiedad, por ejemplo cuando se está siguiendo una dieta y se pretende adelgazar unos cuantos kilos. Aunque debes ser consciente de que un exceso de chicles (más de 20 al día sería excesivo) puede comportar algunas consecuencias, debido sobre todo al efecto laxante de un componente (la fenilalanina) y a los gases que pueden llevar el hecho de estar masticando constantemente.
¿Eres de los que mastican chicle constantemente? ¿Sueles recurrir a los chicles después de comer o prefieres lavarte los dientes?