Los suplementos dietéticos no son sustitutos de una buena alimentación, y por lo general, una dieta saludable aporta todos los nutrientes necesarios. El organismo acumula reservas de algunos nutrientes. La grasa corporal acumula vitaminas liposolubles A, D, E y K. El calcio y muchos otros minerales se pueden desplazar de los huesos a cualquier parte del cuerpo donde sean necesarios. Eso significa que necesitamos una cantidad determinada de estos nutrientes durante un periodo de varias semanas o meses, pero la variación de la dosis diaria no resulta prejudicial. Las vitaminas hidrosolubles B y C no se almacenan y es necesario reponerlas todos los días.
Algunas situaciones hacen que sea recomendable tomar los suplementos ya que estos pueden:
- Proporcionar nutrientes necesarios para mantener la salud óptima en el embarazo o la vejez.
- Ayudan a prevenir deficiencias causadas por la falta de nutrientes en la dieta.
- Ayudan a tratar enfermedades como infecciones, que aumentan el consumo orgánico de algunos nutrientes.
- Ayudan a tratar enfermedades como la artritis que responde al aumento de del nivel de determinados nutrientes.
- Previenen o tratan enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Generalmente la mejor elección es un suplemento múltiple de minerales y vitaminas, o uno pensado para un problema o un momento de la vida determinado, aunque a veces son recomendados los suplementos de nutrientes individuales. Algunas fórmulas son más eficaces que otras:
- Calcio: magnesio, zinc y vitamina D.
- Hierro: vitamina C y cobre.
- Magnesio: calcio, fósforo y vitamina B6.
- Selenio: levaduras y vitaminas A, C y E.
- Zinc: gluconato de zinc para los resfriados, vitamina A y cobre.
- Vitamina A: mezcla de carotenoides.
- Vitamina B: complejo de vitamina B.
- Vitamina C: preparación con flavonoides.
- Vitamina E: mezcla de tocoferoles.
Una persona sana convierte los ácidos linoleico y alfalinoleico, que son más conocidos como ácidos grasos esenciales, en sustancias químicas tan importantes para el organismo como las prostaglandinas que regulan procesos endógenos. Algunas personas no transforman adecuadamente estos ácidos grasos esenciales y los nutriólogos pueden recomendar suplementos de aceite de linaza o de pescado.